martes, 9 de octubre de 2012

De como la tortita de queso se convirtió en cheesecake.

A partir de ese momento en el que me di cuenta de que habia cheesecakes que ni sabia que existían  decidí que mi tortica de queso iba a volver a merecer no solo el titulo de cheesecake sino que ademas se iba a llamar new york cheesecake con todo lo que eso implicaba.
Desde ese momento he dedicado añooooooooos a trabajar en mi proyecto.  He practicado todas las recetas que han caído en mis manos, he comprado todos los libros (El mejor hasta ahora "brillantes pasteles de queso y otros postres de Anne Wilson"), he visto todos los programas de cocina donde han preparado cheesecake y seguido los consejos (hasta ahora el mejor aunque mas extraño ha sido el de hornearla con la puerta del horno semi-abierta para que no crezca mucho y se cuartee cuando se enfrié) la he hecho con harina, sin harina, con ricotta sin ricotta con crema de leche sin batir, con crema de leche batida, en fin como podrán ver la he hecho de muchas formas diferentes.
Toda esa practica por supuesto que ha estado llena de ensayos y errores y  como buena chef aficionada que soy normalmente los errores han ocurrido cuando existían terceras partes involucradas o simplemente presión.  Bastaba y sobraba que alguien que hubiera probado la torta en casa un día merendando me pidiera una para algún tipo de celebración o evento para que un buen ensayo de cheesecake se convirtiera en un "si tu torta esta bien, esta comible".
Fueron tantas las practicas que hice y tantos los chascos que me lleve que en un punto cuando nació mi primer hijo simplemente deje de hacerla.  De hecho deje de hacer postres.  Hoy en día lo veo en retrospectiva y aun no entiendo porque siendo algo que me encanta, quizás el hecho de querer tener la gloria por mi cheesecake pero a la vez sentirme tan vulnerable ante el fracaso me hicieron bloquearme en mi meta. Y  lo aún mas indescifrable es porque comencé nuevamente a hacerla.  No se si merezca  un análisis psicológico adicional al habitual, pero lo único que puedo asociar a mi regreso a la repostería y al camino de lograr mi fabulosa cheesecake fue una mudanza.  Muy extraño si considero el hecho de que siempre he cocinado en horno eléctrico y ahora tengo un horno de gas el cual aun requiero me sea encendido por otros. Pero el único hecho que coincide es ese.  Quizás necesitaba un receso pero lo cierto es que en el último año pareciera que todos aquellos años de practicas, todas aquellas degustaciones a lo largo y ancho de Estados Unidos y todos esos libros de recetas comenzaron a dar sus frutos.
Si bien es cierto que antes del "break" había logrado buenas tortas, después del break logre hacer "my famous chesecake" y no solo eso, acabe con la maldición del ensayo y error.  Ha sido tanta la buena "racha" que hasta he sido atrevida y he dejado descansar mi springform pam de 9 pulgadas (molde desmoldable) para usar un obsceno molde de 12 pulgadas (30 centímetros)  o pequeños moldecitos de mini cheesecakes o incluso de cheesecake bites y hasta ahora no me ha ido mal, tanto que hasta he preparado para un importante evento social de la familia, saliendo exitosa la misión. 
Como parece que por algún extraño misterio, siendo una asidua fotógrafa aficionada de todas mis creaciones culinarias, no aparecen las fotos de mis ultimas creaciones, las dejo para un próximo post, así me obligo a seguir escribiendo y doy mi receta.


El mejor libro para el que quiera comenzar a hacer Cheesecake


Dos de los mejores lugares en New York City para comer Cheesecake:

http://www.carnegiedeli.com/home.php
http://www.stagedeli.com/





Aventuras Margariteñas................Fin

A pesar de que me prometo a mi misma......."mi misma si quieres desarollar una carrera literaria debes ponerle empeño  o por lo menos tratar de escribir tus locuras una vez a la semana..." eventualmente siempre ocurre lo mismo....los niños, la casa, el trabajo, los niños, el esposo, los niños, la familia........en fin ya han pasado casi dos meses de las "Aventuras margariteñas" que he relatado en varios capítulos y creo que unas tan lindas vacaciones merecen que sea justa y de un balance final de resultados (Ups se me salio lo contador porque aunque digan lo que digan soy CONTADOR no contadora, pero dejemos el viso político a un lado ya que son matices de los que hoy precisamente quiero desligarme un poco).
Tenia como lo relate muchos años sin ir a la Isla y fue la primera vez que iba con mi pequeña tropa.  No puedo pensar sino en un balance positivo.  
Margarita puede tener como lo tiene todo el país, problemas o cosas que se pueden mejorar, sin embargo no hubo, hay ni habrá gobierno que pueda quitarle a la Perla del Caribe su encanto porque sus playas, su gente y su comida son sin igual.
Quizás sea costosa, si lo es, quizás haciendo la misma inversión monetaria se pudiera salir al extranjero y disfrutar de una playa transparente y perfectamente limpia, pudiera ser, sin embargo en ninguna parte del mundo podremos tener al chico que pasa gritando "vuerve a la vida, siete potencias, rompecorchón" mientras por el otro lado te ofrecen hacerte un perfecto estilismo playero sin contar al servicial señor del alquiler de los toldos que se desvive por atenderte o al pequeño y acogedor restaurante a la orilla de la playa donde al atardecer te preparan un asopado de mariscos que sabe a como la gloria debe saber.
Definitivamente puede que el mundo tenga mil y una playas mejores que las de margarita pero seguramente para nosotros los venezolanos ninguna tendrá el encanto ni el swing que tienen nuestras playas porque finalmente solo en ellas tenemos el encanto de nuestra gente.


Playa Zaragoza sin duda el mejor descubrimiento de estas vacaciones

La tranquilidad de las aguas margariteñas

El placer de las princesas jugando en la playa

Atardecer en Pedro Gonzalez

El Faro disfrutando de los últimos rayos de luz del día

Atardecer en Playa el Agua

Un asopado para los Dioses.